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martes, 11 de junio de 2013

el leopardo

  

EL LEOPARDO.


(PANTHERA PARDUS)






El leopardo es menos robusto que sus hermanos -el león, el tigre y el jaguar-, el leopardo es corpulento, veloz y cuenta con la ventaja de trepar a los árboles con agilidad y destreza. un resguardo seguro para l comida que obtiene e incluso un punto privilegiado para acechar a sus presas. El pelaje pardo amarillento del leopardo presenta numerosas machas en forma de rosetones negros, lo que le proporciona un perfecto camuflaje tanto en las sabanas arbóreas como en la selva lluviosa tropical. Cazador preferentemente nocturno, es el félido que ocupa una mayor área del planeta (vive en África y gran parte de Asia) y en algunos ecosistemas es el depredador por excelencia.



El camufalje del leopardo resulta sorprendente lo bien que se camufla el leopardo en la diversidad de ambientes en que está presente. El conjunto de manchas negras -o pardas rodeadas de negro- sobre fondo pardusco, a veces amarillento, incluso blanquecino, resulta muy eficaz, sobre todo si existe algún tipo de vegetación en el ambiente, ya que la silueta del felino queda rota por este diseño moteado. Para perfeccionar el camuflaje, las distintas poblaciones de leopardo han modificado algo su coloración según el medio en que se han adaptado. Por ejemplo, en los ambientes seos y semidesérticos, adoptan un pelaje más claro y grisáceo, siendo las manchas menos marcadas. Por el contrario, los que viven en la selva lluviosa tropical presentan una tonalidad de fondo más cálida y manchas oscuras, casi negras, lo que les confiere un mayor contraste, acorde con la densa vegetación boscosa.





El leopardo se distingue de sus parientes más cercanos por la capacidad de trepar ágilmente a los árboles, práctica que realiza habitualmente tanto para descansar con mayor seguridad como para comer tranquilo y guardar las presas que ha cazado. Este comportamiento pone al leopardo a salvo de los otros depredadores.


Esta facilidad para trepar a los árboles del leopardo es importante en la sabana, pero en la selva adquiere una especial relevancia porque allí las especies se reparten los distintos estratos de la vegetación, a modo de ecosistemas diversos, y cada altura tiene distintas características de temperatura, humedad, iluminación, recursos, etc. Entre los parientes del leopardo que también son trepadores destacan el ocelote, el tigrillo y la pantera nebulosa. Los dos primeros son americanos, pero la tercera es asiática, por lo que comparte el mismo hábitat selvático que el leopardo.












El leopardo es un carnívoro casi estricto que puede capturar desde liebres, roedores y pequeños vertebrados hasta cebras y otros grandes ungulados, pasando por antílopes de talla media y grandes, jabalíes, aves voladoras y terrestres (como francolines y pintadas), reptiles (como varanos, serpientes y se sabe que cazo cocodrilos), pequeños carnívoros (como chacales),grandes vertebrados (como girafas) y cachorros de cualquier animal. Pero si existen unas presas para las que está especialmente adaptado, son los primates, aunque no todos, pues los mandriles y los babuinos le plantan cara de modo muy eficiente. También es un consumado cazador de los incómodos puerco espines. Además, puede alimentarse de ciertas hierbas y frutos, y algunos leopardos se han especializado en la pesca, permaneciendo en las orillas de los ríos pendientes de cualquier pez que suba a la superficie.






Debido a la extensa área de distribución del leopardo, sus poblaciones se adaptan al clima de cada zona, y esto afecta también a las pautas de reproducción. Por ejemplo, en las regiones subtropicales, las hembras entran en celo en primavera; en cambio, en el trópico presentan ciclos continuos durante todo el año, siendo receptivas durante una semana para volver a estar en celo pasadas aproximadamente tres semanas. El leopardo es un animal solitario y territorial. La extensión de su territorio varía de 1 a 100 km2, según la disponibilidad de alimento, y sus dominios suelen solaparse con los de otros individuos. Marca el terreno con orina y rascando el suelo y los troncos.


En las zonas compartidas o fronterizas pueden producirse acercamientos que terminen en combates bastante aparatosos, pero raramente lesivos par los contendientes porque no llegan a morderse con la fuerza con que cazan. Por supuesto, los cachorros, jóvenes y hembras pueden estar dentro del territorio. Si una hembra está en celo, se produce el acercamiento y se inicia el cortejo que terminará con el apareamiento. La pareja de leopardo puede seguir unida algunos días o incluso semanas, cazando entonces conjuntamente y compartiendo las presas.


Tras una gestación de 3-5,5 meses, la hembra dará a luz dos o tres cachorros. Éstos pesarán unos 500 g y serán amamantados durante otros tres meses, permaneciendo junto a la madre de medio año a dos años. Este período es fundamental para su supervivencia, porque la madre les protege y les enseña a esconderse, a cazar y a usar los árboles. Alcanzan la madurez sexual a los 2-3 años, edad en que las hembras ocuparán parte del territorio de la madre o entrarán en el de otros adultos, pero los machos jóvenes deben abandonar el territorio de cualquier macho adulto y buscar uno propio donde establecerse.






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